En Rinoplástica, reemplazamos el uso del bisturí por la tecnología láser, que a diferencia del primero, realiza cortes más precios y al mismo tiempo los cauteriza a través del calor concentrado que es emitido por el haz de luz del rayo láser.

Esto ayuda a tener precisión en cuanto a resultados, puesto que las incisiones o cortes con el rayo láser son más exactos y además, pueden realizarse en espacios reducidos de la nariz, en donde incluso, al bisturí se le es complicado trabajar.

Al mismo tiempo que se hace el corte, el rayo láser cauteriza los vasos sanguíneos, ocasionando poco sangrado intra operatorio, lo que implica y conlleva a una menor inflamación y una recuperación más rápida.

Al existir poco o nulo sangrado en la cirugía, se presenta una mejor visualización del campo nasal para el cirujano plástico, permitiéndole realizar una mejor y mayor corrección de los defectos nasales presentados.

Asimismo, el traumatismo es leve, lo cual le permite al paciente liberarse de usar tapones en el post operatorio inmediato, aliviando por completo su entorno nasal en todo el proceso de la recuperación.