La rinomodelación es un procedimiento estético no quirúrgico menos invasivo en comparación con la cirugía de rinoplastía, sin embargo presenta ciertas consecuencias negativas que deben ser consideradas antes de tomar la decisión de someterse a este tratamiento.
Resultados no permanentes
A diferencia de la rinoplastía quirúrgica, la rinomodelación ofrece resultados temporales. Los rellenos dérmicos eventualmente se reabsorben por el cuerpo, lo que significa que los cambios realizados en la forma de la nariz no son permanentes. Esto puede requerir sesiones de mantenimiento regulares para mantener la apariencia deseada, lo que puede ser inconveniente y costoso a largo plazo.
Riesgo de complicaciones
Aunque la rinomodelación es un procedimiento menos invasivo, no está exenta de riesgos y complicaciones. Entre ellas se incluyen la posibilidad de infección en el sitio de la inyección, hematomas, hinchazón excesiva y reacciones adversas a los materiales utilizados. Es esencial que el procedimiento sea realizado por un profesional experimentado y en un entorno clínico adecuado para minimizar estos riesgos.
Limitaciones en la corrección
La rinomodelación es más adecuada para realizar ajustes menores en la forma de la nariz, como corregir pequeñas irregularidades o mejorar la simetría. Sin embargo, no es eficaz para abordar problemas más complejos, como la corrección de desviaciones septales o la reducción significativa del tamaño de la nariz. En estos casos, la rinoplastia quirúrgica puede ser la opción más apropiada.
Posibilidad de asimetría
Debido a la naturaleza no quirúrgica de la rinomodelación y a la respuesta variable de cada individuo a los rellenos dérmicos, existe el riesgo de que se produzca asimetría en la nariz. Esto puede resultar en una apariencia poco natural y, en algunos casos, puede requerir correcciones adicionales.
Necesidad de profesionales cualificados
La calidad de los resultados de la rinomodelación depende en gran medida de la habilidad y experiencia del profesional que realiza el procedimiento. Si no se elige cuidadosamente a un profesional cualificado, los resultados pueden ser decepcionantes e incluso dar lugar a complicaciones. La falta de regulación en algunos lugares puede aumentar este riesgo, destacando la importancia de investigar y seleccionar a un profesional capacitado y certificado.
En conclusión, aunque la rinomodelación puede ser una opción atractiva para aquellos que buscan cambios estéticos en la nariz sin recurrir a la cirugía, es crucial tener en cuenta las posibles consecuencias negativas. La temporalidad de los resultados, los riesgos de complicaciones, las limitaciones en la corrección y la necesidad de profesionales cualificados son aspectos que deben considerarse cuidadosamente antes de decidirse por este procedimiento estético.