La rinoplastía es un procedimiento quirúrgico diseñado para cambiar la forma y función de la nariz y se ofrece en dos métodos principales: rinoplastía abierta y cerrada. Ambas técnicas comparten el objetivo de lograr resultados estéticos y funcionales, pero sus enfoques difieren.
¿Cómo es la rinoplastía cerrada?
– Todas las incisiones se realizan internamente, dentro de la nariz, sin dejar cicatrices externas visibles. Esta es la técnica menos invasiva y se utiliza sólo cuando se requieren cambios estéticos moderados.
– Generalmente, este tipo de rinoplastía lleva menos tiempo que la abierta, ya que implica menos manipulación de tejidos. Su duración es de una hora u hora y media, aproximadamente. Además, no requiere hospitalización.
– El tiempo de recuperación tiende a ser más rápido, con menos hinchazón y hematomas, y los pacientes suelen regresar a sus actividades normales en las siguientes semanas, dependiendo del proceso.
¿En que se diferencia de la abierta?
– Se realiza una pequeña incisión externa en la columela (estructura entre las fosas nasales), además de las incisiones internas. Esta técnica permite un acceso más directo y concreto, siendo ideal para cambios más complejos o correcciones enfocadas en lo funcional.
– El tiempo de este procedimiento es mayor al de la rinoplastía cerrada, ya que la exposición directa facilita la manipulación precisa de las estructuras nasales. Puede durar de dos horas a más, dependiendo de la complejidad del caso que se atienda.